LA PALABRA ELECTRICIDAD

En esta ocasión, vamos a hablar sobre los orígenes de la palabra electricidad. Los seres humanos tenemos una relación íntima con la electricidad, llegando incluso hasta el punto en el que sería imposible para nosotros separarla de nuestra vida.

Si lo deseásemos de verdad, podríamos separar  nuestra vida  fuera de la red eléctrica, sin embargo aunque nos confinásemos en el rincón más escondido del planeta, la electricidad estaría presente. Podemos encontrarla en los relámpagos de la tormenta, está presente en nuestro sistema nervioso, haciendo que podamos respirar, pensar y hacer que nuestro corazón se mueva, además de poder encontrarla con el movimiento o la fricción en la energía estática.

Origen de la palabra electricidad

Electricidad sumidelec

Han pasado más de dos siglos desde que se demostró que los rayos son una forma de electricidad, y aun sabiéndolo nos sobresaltamos cuando lo vemos, sin embargo al conectar un enchufe no reaccionamos de la misma manera porque es algo que desencadenamos nosotros con una acción puntual, pero todo aquello que no crea el hombre y no puede controlar, todavía nos sobrecoge.

La electricidad hace que todo lo que tiempo atrás podía ser considerado mágico, hoy en día se haya convertido en rutinario para nosotros, como escribir en un teclado y que aparezca en la pantalla de nuestro ordenador, girar un mando y que nuestra comida se cocine, o mantener los alimentos a una temperatura muy inferior a la exterior gracias al funcionamiento de nuestras neveras.

A pesar de estar totalmente habituados a estos hechos, muchos no pueden todavía entender como funciona la electricidad, que no es otra cosa que la energía que resulta del movimiento de partículas cargadas como los electrones.

Relámpago con electricidad

Tomas Edison, lo definía como “una forma de movimiento” o “un sistema de vibraciones”. Uno de los primeros estudiosos de la electricidad fue Thales de Miletos , que hizo varios experimentos con resina de Ambar fosilizada, frotándola con la piel atraía plumas, polvo y otros objetos ligeros, probando así la energía electrostática; de hecho la palabra energía viene del griego elektron que significa Ambar.

Es curioso como, frotando mucho el ambar, descubrió que podía salir una chispa y esto generaba electricidad. Muy cerca de la ciudad griega de Magnesia se encontraban minas de magnetita, que de aquellas llamaba al atención porque atraían ciertos objetos como el hierro, por lo que las palabras magnetismo y magneto derivan del nombre de esta localidad helenita.